Antes de viajar, las vacunas deben ser objeto de análisis, tanto o más importante que su pasaporte. Según la OMS.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que todas las personas que viajen este verano fuera de su país para asistir a grandes acontecimientos públicos se asegure de estar vacunado contra el sarampión, en especial los jóvenes y adolescentes ante los brotes que existen en Europa.
A finales del pasado mes de mayo, 38 países europeos registraron más de 12.000 casos de sarampión en los países europeos de la OMS. En muchos países, el número de registros desde enero hasta mayo superaron el total de casos contabilizados en años anteriores.
Más del 90% de afectados en 2011 tuvieron lugar en ocho países: Bélgica, Francia, Serbia, España, Suiza, la antigua República Yugoslava de Macedonia, Reino Unido y Uzbekistán.
"Como el virus del sarampión es muy contagioso, prevenir la enfermedad a través de la vacunación es especialmente importante antes de viajar o asistir a eventos públicos de gran magnitud, incluidos eventos sociales, competiciones deportivas, mítines o encuentros religiosos o culturales", advierten desde la OMS.
"Este tipo de eventos pueden ayudar a que se extienda el sarampión, porque conllevan un intenso contacto entre un gran número de personas. Incluso si la comunidad anfitriona cuenta con una elevada cobertura de inmunización, la entrada de un gran número de personas puede aumentar el riesgo de potencial importación, provocando que el sarampión se extienda entre la población no vacunada", añaden.
Jóvenes, vulnerables
Por este motivo, la OMS recomienda a las autoridades de salud pública de los distintos países que se aseguren de que sus ciudadanos tienen al día su vacunación contra el sarampión e insiste en los jóvenes y adolescentes, que no han recibido las dos dosis recomendadas de esta vacuna y por ello no tienen protección suficiente.
De hecho, en 2011, los brotes registrados en la región europea han afectado sobre todo a niños entre uno y cuatro años y a jóvenes adultos entre los 15 y los 29 años. La mayoría no habían recibido las dos dosis de vacuna del sarampión.
Los niños menores de cinco años son los que corren un mayor riesgo de sufrir complicaciones relacionadas con el sarampión, entre las que se incluyen la neumonía y la encefalitis aguda, que puede causar la muerte. También son comunes entre los adultos de unos 20 años. En Francia, este año se han registrado muertes de adultos y adolescentes por esta enfermedad.
Además de vacunarse contra el sarampión, la OMS aconseja que la población revise su protección frente a la difternia, el tétano, la poliomielitis, la tos ferina, la rubeola y las paperas.
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